En una de las últimas clases de
Historia de la Filosofía he propuesto a los alumnos de segundo de bachillerato realizar una metacognición individual de todo el curso.
He utilizado la rutina de pensamiento
color, símbolo y titular. Con esta herramienta fomento la cultura de pensamiento en el aula. No basta solo con memorizar y repetir las distintas teorías de los autores sino pensarlas, asimilarlas y transformarlas en colores, símbolos y titulares.
De forma individual, cada alumno debía pensar en cada
uno de los autores estudiados este curso y relacionarlo con un color, un
símbolo y un titular. Esta metacognición es un buen instrumento de evaluación sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Como profesor, observo de este modo los conocimientos asimilados y el nivel de
comprensión de los distintos autores por parte de los alumnos y ellos se dan
cuenta del nivel de asimilación que tienen de cada autor.
María. Este año he aprendido mucho y
¡he aprendido a vivir! La filosofía me ha servido para pensar y tener una
actitud crítica. Me ha servido para ver la vida desde distintas perspectivas.
He aprendido lo que cada filósofo aporta al mundo y a mi vida. Es curioso darte
cuenta que todos los autores pueden aportar algo a tu forma de ver la vida. Las clases me han servido para asimilar las
teorías de cada autor y establecer con ellos una relación de amor y odio. Es,
sin duda, la asignatura que más ha aportado a mi vida.
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