Carta al profe "nuevo"

 

Querido profesor “nuevo”, bienvenido.

Conozco el brillo de tus ojos, tus nervios, tus miedos, tus ganas y el cosquilleo que sientes en el estómago ante el nuevo curso que comienza. En esta profesión que has elegido, todos los años serás “nuevo” y sentirás los mismos nervios y el mismo vértigo de la primera vez. He aquí un secreto que muchas veces olvidamos, cada curso escolar, todos somos nuevos.

Cuando entres al aula, pronto te darás cuenta de que no todos tus alumnos aprenden de la misma manera, ni al mismo tiempo, ni con las mismas herramientas. Personalizar el aprendizaje es uno de los retos más complejos y urgentes al que nos enfrentamos en nuestra profesión. Se hace necesario jugar con distintos ritmos, distintas herramientas, metodologías variadas, diferentes lenguajes y distintos itinerarios para que ninguno de tus alumnos se quede atrás. No es fácil. Comienzas una profesión apasionante y muy compleja.

En estos primeros días de Septiembre te pedirán las programaciones de tus asignaturas (otro día hablamos de la burocracia y el obstáculo que supone en tu práctica docente). Ten mucho cuidado con las programaciones inamovibles, es imposible programar un curso sin conocer a tu alumnado, sus ritmos, sus inquietudes y sus intereses. Descubrirás que las programaciones están para saltarlas porque se hace necesario reprogramar y reinventarnos cada día. Esto no consiste en cumplir una programación, consiste en que aprendan. Recuerda que solo una pregunta es importante: ¿Qué quiero que aprendan mis alumnos? Y así, paso a paso, golpe a golpe y sesión a sesión se va construyendo el aprendizaje. Por si te sirve de consuelo te diré que supongo que este año tampoco me dará tiempo a terminar el temario, quienes han redactado las leyes no son conscientes del mucho tiempo y la mucha paciencia que requiere enseñar y construir en ellos un aprendizaje significativo. Conecta el aprendizaje con su vida, entonces despertarás en ellos la emoción por aprender.

Tú eres “el nuevo”, pero no por eso sabes menos ni eres menos importante. Tienes la misión de contagiarnos con la ilusión de las primeras veces, enseñarnos a mirar con mirada nueva y pensar con ideas diferentes, tienes el reto de ser aire fresco y cuestionar el “siempre se ha hecho así”.

Se te pedirá ser psicólogo, enfermero, informático, detective, programador, mediador, acompañante y experto en mil batallas. Sé que nada de esto te lo han enseñado en la carrera ni en el máster, lo iremos aprendiendo juntos.

No olvides que no solo estás enseñando una materia, estás tocando vidas y esto es una gran responsabilidad. Cada día que entras en el aula te conviertes en un modelo y referente para muchos niños, jóvenes y adolescentes. Tus alumnos te van a evaluar continuamente: tu mirada, tus palabras, tu gesto, tu actitud…  y es esto lo que recordarán de ti. Se olvidarán de tu materia pero jamás olvidarán que un día alguien creyó en ellos, que fue un profesor quien les inculcó el placer de la lectura, de la ciencia o de las artes, que un profesor les ayudó a descubrir su vocación, que  le cogió de la mano antes de caer y le escuchó o que gracias a un profesor puedo superar obstáculos y miedos.

No tengas miedo a equivocarte, nosotros sabemos que el error es una fuente de aprendizaje. Eres muy afortunado por optar por una profesión que te permite estrenarte cada año, aprender de los errores cometidos, reintentar lo que no pudo ser y mejorar lo que salió bien y de ese modo poder hacerlo todo nuevo. Eres muy afortunado porque cada año podrás renovar tu vocación con rostros nuevos y con miradas diferentes.

Los primeros días tus alumnos te van a poner a prueban para ver hasta donde pueden llegar. Recuerda  que no entras a batallar con el enemigo. Créeme, no merece la pena intentar ser algo que no eres.

    Te contaré un último secreto, hay alumnos y alumnas que no van al colegio para aprender, sino para salvarse. Aunque no lo parezca, son muy frágiles. Cuídalos. Protégelos.

    Querido profesor nuevo, querido compañero, te deseo el gesto oportuno y la palabra precisa. Tus alumnos y alumnas te seducirán, tú solo tienes que dejarte seducir.

 Un abrazo

 Sergio Calleja



Publicar un comentario

My Instagram

Copyright © callejeando con calleja. | Diseño personalizado por Mónica Lemos